El cementerio marino consiste en una meditación metafísica escrita en 24 sextetos, pero toma una forma dramática presentando en cuatro actos una acción, en el sentido teatral del término. Esta meditación abstracta tiene un carácter sensible y en ocasiones sensual. No se trata de puro pensamiento sino de un “fruto” que “se sustenta sobre alegría”. Célebre por su hermetismo, el Cementerio marino ha sido objeto de numerosas exégesis.