El sistema nervioso es una fábrica de calambres. Recibe estímulos externos o internos, algo de corriente venida no se sabe de dónde, los procesa, traslada la información a lo largo y ancho del organismo mediante impulsos eléctricos. Lo dicho, una fábrica de calambres, minúsculos chispazos que se mueven continuamente y bombardean nuestras estructuras desde la punta del pie al cuero cabelludo. Pican y se van, duelen un momento y siguen su camino, encienden la luz y al instante la apagan. Así también es el último libro de Lina Meruane. Una infinita sucesión de chispazos. Píldoras, latigazos, una maraña de fragmentos que no sobrepasan la página de longitud y que no necesariamente se suceden cronológica ni argumentalmente, pero que puestos en fila de la primera hasta la última página forman esta madeja que ha dado en titular Sistema nervioso.