Pornografía

Bs. 60

Disponibilidad: 1 disponibles

Compartir

La tristeza, la añoranza, la belleza de aquella silueta delgada que teníamos enfrente, ¿de dónde venían si no del hecho de que no era un hombre? Porque nosotros le habíamos llevado a Henia, como una mujer a un hombre, pero él aún no lo era… no era un macho. No era un amo. No era un señor. Y no podía poseer. Nada podía ser suyo, no tenía derecho a nada, era aquel que debe servir y someterse.

Witold Gombrowicz

Autor

Witold Gombrowicz

Editorial

EL CUENCO DE PLATA

Páginas

187

Productos relacionados

Suscríbete a nuestro newsletter